Dicen de la medina de Fez que es la mayor zona peatonal del mundo. Me lo imagino bastante bien, a pesar de que resulte algo difícil realizar realmente lo enorme que es esta zona cuando uno se encuentra, literalmente, perdido en su corazón! Las calles estrechas son de veras laberínticas. Paseando por ellas, te cruzas también con motos, carros, burros,... Los colores, los olores, todo te invita a creer que acabas de viajar en el tiempo o en otra dimensión. Y en medio de este laberinto, unos monumentos surgen cuando no los esperas: mezquitas, antiguas bibliotecas, museos,... La piedra de colores está tan finamente trabajada que parece ser un tejido. De repente, imágenes de la Alambra o de los Reales Alcázares vienen a la mente... Dicen también que la mejor manera de visitar una ciudad es perderse en ella. Pues es un consejo que hemos implementado a la perfección! Con relativa alegría y tranquilidad, tengo que reconocer. Hasta que nuestros estómagos empezaron a quejarse un poco...